Los estándares de belleza actuales están marcados por la cultura de dieta que rige la sociedad, y, en conjunto influyen en la forma en que las personas (y en mayor medida impacta sobre las mujeres), perciben su apariencia y toman decisiones relacionadas sobre la alimentación, que pueden conducir a un TCA (trastorno de la conducta alimentaria).
Actualmente, gran parte de las personas comienzan a hacer dieta influenciadas por estos cánones de belleza impuestos. Unos cánones inalcanzables para la gran mayoría, donde se ha idealizado una apariencia física concreta, en la cual la delgadez es símbolo de belleza, éxito, y se han impuesto como la norma.
Esta norma se ha mostrado casi como el único modelo de cuerpo ‘’aceptado’’ y ‘’válido’’ en la sociedad, y por tanto es evidente que todas las personas quieran alcanzarlo, para sentir que pueden encajar en el mundo.
Además, el reclamo de ese cuerpo normativo y único impacta con mucha más fuerza sobre las mujeres desde edades muy tempranas, siendo la adolescencia un momento clave, pues la gran mayoría de ellas ha vivido ya, o comienzan a surgir en esa etapa, comentarios negativos hacia su cuerpo.
Esto contribuye a que en esa etapa se cuestionen sobre si hay algo malo en sus cuerpos y cómo cambiarlo. Conduce a comparaciones y a la afectación de su autoestima en el camino de ajustarse a ese modelo de belleza a toda costa.
La adolescencia es una etapa vulnerable
En esta etapa de la vida, lxs jóvenes, viven muchos cambios a todos los niveles, y también están más expuestos a la presión social.
Aumenta la preocupación por querer encajar y ser parte de un grupo en el que sentirse aceptadxs. Y que sus cuerpos sean válidos para ello, se les ha vendido como algo imprescindible.
Las redes sociales tienen cada vez más presencia en la adolescencia, y pueden marcar el paso a la edad adulta de forma crítica, a través de la exposición constante a imágenes retocadas que fomentan la creencia de que solo alcanzaremos la aceptación y la belleza si nos ajustamos a estos ideales estéticos.
Los filtros de Instagram, en particular, ofrecen la ilusión de una apariencia perfecta y sin defectos, alimentando aún más la obsesión por cumplir con estos estándares inalcanzables.
LA COMPARACIÓN CON TUS FOTOS CON FILTROS PUEDE CONDUCIR A UN TRASTORNO DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
En consecuencia, lxs jóvenes acaban rechazando su imagen corporal y su físico natural, pues es imposible luchar contra una versión de unx mismx aparentemente perfectx.
En esta búsqueda constante de la perfección, tanto la salud tanto física como mental se ven desde luego gravemente afectadas, y el papel de las dietas comienza a estar mucho más presente.
Dietas restrictivas y desequilibradas se les presenta a menudo como el principal vehículo para acercarse a ese cuerpo ‘’válido’’, con los rasgos que marca la sociedad, y las fotos con retoques que ven cada día y al que quieren aspirar.
Sin embargo, aspirar a una meta inalcanzable y que fomenta el chequeo corporal constante provoca jóvenes con una percepción muy negativa de ellos mismos.
Como decía anteriormente, desde jóvenes, sobre todo muchas mujeres viven expuestas a comentarios sobre su cuerpo, bien negativos, bien comparativos con el de otras o reciben mensajes como ‘’con lo guapa que eres de cara, si estuvieras más delgadita…’’.
Y esto acentúa aún más la incomodidad con su cuerpo, sienten vergüenza e impacta en su autoestima.
Es decir, con la suma de todos estos factores se crea un caldo de cultivo perfecto a través de las redes sociales para entrar de lleno en la espiral de las dietas y de productos peligrosos, que tendrán un impacto muy negativo en la relación con la comida, pudiendo llevar a una relación disfuncional con la alimentación y desencadenar un trastorno de la conducta alimentaria.
Estos trastornos tienen consecuencias muy graves. Son enfermedades que ponen en peligro su bienestar, y puede tener afectar tanto a su salud física como mental y emocional, desde la adolescencia y durante la edad adulta.
La diversidad corporal existe y es urgente educar en ello
En resumen, la exposición a las redes sociales marcadas por la cultura de dieta influye en la decisión de empezar a hacer dieta en la mayoría de jóvenes, siendo mucho más afectadas por este mensaje las mujeres.
Por tanto, es importante desafiar y cuestionar lo que se nos presenta a través de las redes, y los estándares de belleza impuestos por la sociedad, y es fundamental visibilizar y educar en la diversidad corporal para romper con los estereotipos y los cánones de belleza inalcanzables.
La diversidad de cuerpos es un hecho innegable, y todos los cuerpos merecen respeto y valoración.
Visibilizar una amplia gama de tamaños y formas de cuerpo en los medios de comunicación y las redes sociales es fundamental para fomentar la aceptación y la inclusión. Conocer y validar todos los cuerpos que existen, acercan a las personas a sentirse identificadas en otro ideal de belleza y representadas en sociedad de manera positiva.
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